lunes, 6 de diciembre de 2010

‘Bolivia y Venezuela tienen gente ignorante, se le da alcohol y vota por el diablo’

La Paz, 6 (Erbol).- El empresario Humberto Roca, presidente de AeroSur, aseguró que Bolivia y Venezuela tienen una gran masa de personas ignorantes, a quienes sólo se necesitaría darles una lata de alcohol y ponchos para que voten por el diablo.

"Bolivia y Venezuela tienen cosas muy parecidas, tienen una gran masa de gente pobre e ignorante, no por insultarlos, sino que son ignorantes a propósito por culpa de los políticos. Al ignorante se le da una lata de alcohol y tres ponchos amarillos y votan por el diablo para tener cuernos", dijo Roca.

Roca, según una entrevista publicada por Abc.com.py, agregó que en Bolivia, aproximadamente el 70 por cierto de la gente no participa de una elección, sino sólo de una votación.

La gente "vota a último momento, no tiene capacidad de análisis. Eso ocurre también en Venezuela. En estos países el Estado tiene mucho dinero. En estos países se crean bonos, como el Juancito Pinto, que es para todos los estudiantes de colegios fiscales hasta quinto año, y hay algo más increíble, un bono por niño nacido. O sea, quieren aumentar la población pobre, pagan 200 pesos por tener un hijo. O sea, 30 dólares", sostuvo.

COMPRÓ AVIONES A NARCOS

El empresario también contó que en 2001, cuando estaba por cerrar la línea aérea AeroSur, por falta de "chances", las asistentes de vuelo fueron a su oficina para evitar esa extrema decisión incluso ofreciéndose a trabajar gratis.

"No era por mantener el trabajo, sino se notaba el amor a la empresa. Ese capital humano no tiene precio... Entonces dije que la empresa tenía futuro y decidí inyectar más dinero, compré aviones 727 que ya no vuelan, fui a México, compré aviones a unos narcotraficantes que no sabía a qué se dedicaban", reveló.

Aseguró que se enteró que eran narcotraficantes las personas que lo vendieron los aviones recién cuando fue al abogado a pedir el inicio de un juicio a las mismas porque no le habían entregado todavía lo adquirido.

"El abogado no se animó y eran de Cuernavaca. Después de eso pasamos por Mexicana, que vendía sus aviones, habían sido fabricados por la Boeing, con turbinas para altura, con enfriadores de freno y todo preparado para operar en la altura. Compramos seis y empezamos nuevamente a trabajar. Y aquí estamos", puntualizó.

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