Como en muchas partes del mundo los bolivianos se aprestan a celebrar la Navidad y la noche buena.
La Navidad es un don de Dios que hay que celebrar en la unidad de la familia, afirmó, este viernes, el Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Eugenio Scarpellini.
Monseñor Scarpellini observó que la realidad y las exigencias del mundo moderno hacen que la sociedad cambie el sentido de la Navidad para irse más a lo comercial que a lo espiritual, "Esto vemos todos los días", pero que el valor de las personas no debe permitir que todo lo material "nos bloque tanto que no podamos llegar a comprender que "Navidad es contemplar al niño Jesús que nace y en él descubrirnos nosotros hijos del Padre como él y descubrirnos hermanos entre todos".
"El verdadero sentido de la Navidad, es el encuentro con Jesucristo que se hace persona humana y comparte nuestra historia, eso es los bonito, sin ruidos, sin bombos ni platillos. Nosotros más vamos al estruendo a los bombos y platillos y no a la intimidad de nuestro ser a través del silencio de la escucha de Dios y las cosas bellas que hay a nuestro alrededor", sostuvo.
En vísperas de la celebración de la noche buena las calles de las principales ciudades se llenaron del comercio y el bullicio, a la par que cientos de inmigrantes del norte de Potosí y otras comunidades rurales de bajos escasos recursos económicos, también llegaron hasta las principales capitales del país, dejando al descubierto la brecha entre ricos y pobres.
En ese contexto, monseñor Scarpellini, afirmó que lo más importante esta noche es "compartir en familia" más allá de los regalos costosos o importantes "la invitación que hago es esta más allá de las cosas que hemos preparado, preparemos el corazón abierto y acoger a las personas que están con nosotros y con ellas construir un momento de fiesta porque estamos juntos eso es lo hermoso".
El Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana pidió también por los cientos de bolivianos que por falta de trabajo, dejaron el país y se encuentran lejos de sus seres queridos. "Que la distancia no les entristezca, sino que con el corazón puedan sentirse profundamente unidos a ellos y puedan con el pensamiento y elevando una oración al señor hacer una comunión más allá de la lejanía y que ayuda a reforzar esa amistad".
Como en todas partes del mundo los bolivianos se aprestan a celebrar la Navidad y la noche buena que recuerda el nacimiento de Jesucristo el hijo de Dios hecho hombre y se constituye en una fecha muy significativa para los fieles católicos.
"Que en la Navidad haya tiempo para participar de ella, porque el niño que nace es el niño que a los 33 años da su vida en la cruz y es el salvador de nuestras vidas entonces celebrar esto en comunidad participando de la eucaristía en nuestras parroquias será una vez más el sentido de gratitud hacia nuestro Dios y nuestro señor", dijo.
La Navidad es un don de Dios que hay que celebrar en la unidad de la familia, afirmó, este viernes, el Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Eugenio Scarpellini.
Monseñor Scarpellini observó que la realidad y las exigencias del mundo moderno hacen que la sociedad cambie el sentido de la Navidad para irse más a lo comercial que a lo espiritual, "Esto vemos todos los días", pero que el valor de las personas no debe permitir que todo lo material "nos bloque tanto que no podamos llegar a comprender que "Navidad es contemplar al niño Jesús que nace y en él descubrirnos nosotros hijos del Padre como él y descubrirnos hermanos entre todos".
"El verdadero sentido de la Navidad, es el encuentro con Jesucristo que se hace persona humana y comparte nuestra historia, eso es los bonito, sin ruidos, sin bombos ni platillos. Nosotros más vamos al estruendo a los bombos y platillos y no a la intimidad de nuestro ser a través del silencio de la escucha de Dios y las cosas bellas que hay a nuestro alrededor", sostuvo.
En vísperas de la celebración de la noche buena las calles de las principales ciudades se llenaron del comercio y el bullicio, a la par que cientos de inmigrantes del norte de Potosí y otras comunidades rurales de bajos escasos recursos económicos, también llegaron hasta las principales capitales del país, dejando al descubierto la brecha entre ricos y pobres.
En ese contexto, monseñor Scarpellini, afirmó que lo más importante esta noche es "compartir en familia" más allá de los regalos costosos o importantes "la invitación que hago es esta más allá de las cosas que hemos preparado, preparemos el corazón abierto y acoger a las personas que están con nosotros y con ellas construir un momento de fiesta porque estamos juntos eso es lo hermoso".
El Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana pidió también por los cientos de bolivianos que por falta de trabajo, dejaron el país y se encuentran lejos de sus seres queridos. "Que la distancia no les entristezca, sino que con el corazón puedan sentirse profundamente unidos a ellos y puedan con el pensamiento y elevando una oración al señor hacer una comunión más allá de la lejanía y que ayuda a reforzar esa amistad".
Como en todas partes del mundo los bolivianos se aprestan a celebrar la Navidad y la noche buena que recuerda el nacimiento de Jesucristo el hijo de Dios hecho hombre y se constituye en una fecha muy significativa para los fieles católicos.
"Que en la Navidad haya tiempo para participar de ella, porque el niño que nace es el niño que a los 33 años da su vida en la cruz y es el salvador de nuestras vidas entonces celebrar esto en comunidad participando de la eucaristía en nuestras parroquias será una vez más el sentido de gratitud hacia nuestro Dios y nuestro señor", dijo.
(ANF)
No hay comentarios:
Publicar un comentario