miércoles, 26 de enero de 2011

Cocaleros masticaron coca frente a la Embajada de EEUU exigiendo despenalizar el akullicu


El Consejo Económico y Social de la ONU dio como término hasta el 30 de enero para que los 190 naciones integrantes de ese organismo internacional se manifiesten en apoyo, o, no a la posición de Bolivia.

Los productores de coca, campesinos y sectores sociales afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) protagonizaron, este miércoles, la jornada del "acullicu" de coca (masticado de hoja de coca). Las movilizaciones llegaron hasta el Embajada de los Estados Unidos para exigir a la comunidad internacional y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la despenalización de la hoja milenaria.

Desde muy temprano los sectores sociales y cocaleros se concentraron en las plazas Villarroel, Villa Fátima y la plaza de San Francisco para iniciar una marcha que llegó hasta el centro paceño y luego se desplazó hasta el edificio de la legación diplomática estadounidense.

En su recorrido, los productores de coca distribuyeron a la ciudadanía manojos de hojas de coca, en tanto que grupos musicales de saya de los Yungas, ponía el tono cultural a la jornada. "La coca no es cocaína, la coca es medicina" coreaban los manifestantes a su paso por las principales calles y avenidas del centro paceño.

Una vez en la avenida Arce, los cocaleros "pijcharon coca", para demostrar a la comunidad internacional el uso tradicional de la hoja de coca que no causa drogodependencia en su estado natural. También se expusieron productos en base a la coca; como una prueba de la industrialización de ese producto que es usado en la elaboración de refrescos, pastillas, tortas, galletas, jarabes, jabones, productos de belleza, pan y condimentos para la carne de res.

PROYECTO DE ENMIENDA:

En el país la producción de hojas de coca es usada en las áreas rurales principalmente por poblaciones indígenas. La práctica del acullicu (masticado de la hoja) es considerada ancestral y se remonta a culturas preincaicas que le dieron atributos curativos en el tratamiento de enfermedades, como la diabetes, reumatismo, arteriosclerosis, entre otras.

Sobre la base de esos argumentos, Bolivia presentó a la ONU un proyecto de Enmienda a la Convención Única de Estupefacientes para despenalizar el masticado de hojas de coca y la excluya de la lista de estupefacientes.

El Consejo Económico y Social de la ONU dio como término hasta el 30 de enero próximo, para que los 190 naciones integrantes de ese organismo internacional se manifiesten en apoyo, o, no a la posición de Bolivia en las sesiones previstas para el próximo 2 y 3 de febrero en Nueva York.

De hecho, el Canciller David Choquehuanca, realizó una gira que lo llevó por varios países de Europa, en un intento de conseguir el respaldo de la comunidad internacional a la propuesta de Bolivia de despenalizar las hojas de coca en la próxima reunión de la ONU.

Según Choquehuanca, Bolivia habría logrado varios respaldos, entre ellos países de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur), del Mercado Común del Sur (Mercosur) y de 119 naciones no alineadas para que hagan conocer a la ONU su respaldo a la enmienda propuesta.

Sin embargo, advirtió que si una sola de las 190 naciones de la ONU manifiesta su oposición a la demanda boliviana, el caso puede pasar a una Conferencia Internacional, donde se debata la integridad del contenido de la Convención de 1961.

EEUU NO APOYA ENMIENDA:

Un comunicado de la Embajada de los Estados Unidos en Bolivia, informó que respeta la costumbre tradicional boliviana del masticado de coca o acullico, pero no apoya la posición de las autoridades de boliviana que buscan concretar la enmienda suscrita en 1961.

La Convención de la ONU de 1961 incluyó a la coca en una lista de estupefacientes e instó a eliminar su masticado en 25 años. El año 2009, el Gobierno de Evo Morales planteó una enmienda a la Convención de la ONU de 1961 para despenalizar el masticado de coca.

La anterior semana, el canciller David Choquehuanca realizó una gira por Europa en busca de apoyo a su posición. Recibió el respaldo de los gobiernos de España y Ecuador.

ANF

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